La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a cómo convierte el organismo los alimentos en energía. Cuando ingerimos alimentos, gran parte de estos son descompuestos en glucosa y este azúcar es liberado al torrente sanguíneo. Para que éste pueda ser utilizado, el páncreas secreta insulina. Una hormona que actúa como una llave que permite que el azúcar presente en la sangre, entre las células del cuerpo para que estas la usen como energía.
Cuando hay diabetes, pueden ocurrir dos cosas principalmente:
- Que no se secrete insulina, o que ésta sea insuficiente.
- Que el cuerpo sea incapaz de utilizar la insulina.
Entonces, habrá demasiado azúcar en el torrente sanguíneo. Con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
–Hiperglucemia: Así se le conoce al exceso de azúcar en sangre. De forma general, los valores normales de glucosa se encuentran entre 70 y 100mg/dl. La hiperglucemia es todo valor por encima de estos 100 mg/dl. De todas maneras, es importante tener en cuenta que la hiperglucemia puede estar presente en otras situaciones que no sean Diabetes Mellitus.
–Debilidad y/o Cansancio
–Polidipsia: Así se le llama al aumento de la sed. Esta es consecuencia de la poliuria y es proporcional a la pérdida de agua. Usualmente en los casos agudos ambos signos son simultáneos. La deshidratación produce sequedad de las mucosas y de la piel. La respuesta del cuerpo ante dicha deshidratación es estimular al centro de la sed lo que provoca la continua búsqueda de líquidos. La sequedad de las mucosas laríngea y respiratoria en ocasiones provoca una tos seca y persistente.
-Poliuria: Así se le conoce a la excreción abundante de orina. Cuando la glucosa supera los 180-220mg entonces empieza a aparecer en orina. A la presencia de glucosa en orina se le conoce como Glucosuria.
-Polifagia: Debido a que la glucosa que se ingiere mediante los carbohidratos no puede ser utilizada por la célula. Las células expresan la necesidad continua de un suministro energético. El cerebro, en respuesta a esta necesidad celular, activa las vías compensadoras para la obtención de energía como la Glucogenólisis y la Gluconeogénesis.
No obstante dichas vías metabólicas terminan generando glucosa. Esta, no puede ingresar a la célula por la falta de insulina. Parte de las respuestas del organismo es activar a los centros del hambre en busca de suplir la necesidad energética de la célula.
-Pérdida de peso: En un primer momento habrá una pérdida de peso por la pérdida de agua en el organismo. De todos modos la pérdida es más significativa por el proceso de gluconeogénesis que ejecuta el hígado. Esta síntesis de glucosa se da a partir de compuestos no glúcidos como son los ácidos grasos y las proteínas celulares. Si se mantiene en el tiempo podemos llegar a una cetoacidosis diabética.
-Enuresis nocturna (En niños): Se conoce como la micción involuntaria en una edad en la que la incontinencia nocturna no es lo habitual.
-Visión borrosa por deshidratación del cristalino.
-Cataratas.
-Entumecimiento u hormigueo en los pies por neuropatía diabética: La neuropatía diabética es un tipo de daño en los nervios que puede producirse si tienes diabetes. Un nivel de glucosa sanguínea alto puede dañar los nervios de todo el cuerpo. La neuropatía diabética afecta, con mayor frecuencia, los nervios de las piernas y los pies.
Según cuáles sean los nervios afectados, los síntomas de la neuropatía diabética incluyen dolor y entumecimiento en las piernas, los pies y las manos. También puede causar problemas en el aparato digestivo, las vías urinarias, los vasos sanguíneos y el corazón. En el caso de algunas personas, los síntomas son leves. Sin embargo, en otros casos, la neuropatía diabética puede ser bastante dolorosa e incapacitante.
Existen varios tipos de diabetes, según su origen y fisiopatología.
DIABETES MELLITUS 1
La diabetes tipo I es una enfermedad autoinmune y multifactorial crónica. Resultado de la pérdida de capacidad del páncreas para producir insulina. Ya que, las células encargadas de su producción (células beta del páncreas) han sido destruidas. Sin células beta no habrá producción de insulina y por lo tanto, la glucosa se acumulará en sangre, ya que esta es necesaria para el ingreso de glucosa a la célula.
La aparición de la enfermedad es de forma brusca y repentina. Habitualmente en la adolescencia o a los 30-40 años y está relacionada con la que aparece en niños.
Las personas que tienen Diabetes tipo I, tienen que autoadministrarse insulina. Ya que como hemos comentado anteriormente, no la sintetizan de manera natural.
DIABETES MELLITUS 2
En este caso el páncreas sí es capaz de sintetizar la insulina. Pero en este caso o esa insulina secretada es insuficiente o son las células la que no pueden introducir la glucosa dentro de ellas. Es un proceso que evoluciona a lo largo de los años y generalmente se diagnostica en adultos, aunque cada vez se están viendo más casos en edades más tempranas. En ocasiones pueden pasar años hasta que se diagnostica la enfermedad, por la ausencia de síntomas que puede haber, por eso, entre otras cosas, es tan importante hacerse análisis de sangre.
Aunque al principio no suele ser necesaria la administración de insulina, con el paso de los años suele volverse necesaria. Este tipo de diabetes suele tratarse con medicación como:
-BIGUANIDINAS (Metformina): Es la primera opción de tratamiento para este tipo de diabetes. Ya que la experiencia que hay con ella es extensa. Este tipo de fármacos reducen la producción hepática de glucosa con la inhibición de gluconeogénesis y glucogenólisis. Incrementan la sensibilidad a la insulina en el músculo. También, mejoran la captación de glucosa periférica y su utilización. Como no estimulan la secreción de insulina no provocan hipoglucemias.
-SULFONILUREAS (Glimepirida): Estimulan la secreción de insulina por las células beta del páncreas. Además, reducen la producción hepática de glucosa y aumentan la capacidad de unión y de respuesta de la insulina en tejidos periféricos.
-GLINIDAS (Repaglinida): Su mecanismo de acción es similar a las sulfonilureas. Estimulan la secreción de insulina por las células beta del páncreas. Pero lo hacen a través de una zona de unión específica y diferente a las sulfonilureas. Esta secreción es sensible a la glucosa, por lo que disminuye la secreción de insulina a medida que disminuye la glucemia. Así la posibilidad de provocar una hipoglucemia es menor que con sulfonilureas.
-TIAZOLIDINDIONAS (Pioglitazona): Actúan activando los receptores PPAR que regulan la expresión de diversos genes implicados en el metabolismo de la glucosa y de los lípidos. Produciendo un aumento de la sensibilidad a la insulina sobre todo a nivel periférico. Lo que permite aumentar la captación y utilización de la glucosa en los tejidos muscular y graso. También son capaces de inhibir la síntesis de ácidos grasos y, en menor medida, la gluconeogénesis hepática. Estos fármacos no producen hipoglucemia.
-INHIBIDORES DPP4 O POTENCIADORES DE LAS INCRETINAS (Sitagliptina): Son inhibidores altamente selectivos de la degradación de las hormonas incretinas por la DPP-4. Dde manera que elevan las concentraciones de GLP-1 y GIP. Al aumentar la concentración de estas hormonas, aumenta la liberación de insulina de forma dependiente de la glucosa. Estimulan la secreción de insulina, suprimen la secreción de glucagón, mejoran la sensibilidad de insulina, enlentecen el vaciamiento gástrico, reducen el apetito y a largo plazo mejoran la función y el número de células beta-pancreáticas.
-INHIBIDORES SGLT-2 (Empaglifozina): SGTL-2 es un transportador de glucosa presente en el riñón. Por lo que, al inhibir este transportador inhibimos también la reabsorción de glucosa a nivel renal. Forzando así la eliminación de glucosa por orina y ejerciendo un efecto hipoglucemiante
-INHIBIDORES DE LA ALFA-GLUCOSIDASAS (Acarbosa): Inhiben de forma competitiva y reversible las alfa-glucosiladas presentes en las microvellosidades intestinales. Estas, son responsables de la degradación de los oligosacáridos de la dieta a monosacáridos. Retrasando así la absorción de los hidratos de carbono complejos y disminuyendo el pico glucémico postprandial
-ANALOGOS GLP-1 (Exenatida): Estos fármacos imitan la acción de una hormona llamada péptido similar al glucagón. Cuando los niveles de glucosa empiezan a subir después de comer, estos medicamentos estimulan al cuerpo a producir más insulina uniéndose a los receptores GLP-1.
DIABETES GESTACIONAL
Durante el embarazo puede ocurrir que los cambios hormonales propios de este estado originen un bloqueo de la función de la insulina. Cuando esto sucede, los niveles de glucosa se pueden incrementar en la sangre de una mujer embarazada. Suele presentarse en una etapa avanzada de la gestación y afecta a alrededor del 5% de las mujeres embarazadas. Aunque normalmente desaparece tras dar a luz. Constituye un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro,. Tanto para las madres como para sus hijos.
DIABETES TIPO LADA
La Fundación para la diabetes advierte de que en los últimos años se está prestando atención a un tipo de paciente con diabetes tipo 2. Pero que, al mismo tiempo, presenta los anticuerpos positivos característicos del tipo 1. Probablemente, este tipo de diabéticos acabe necesitando tratamiento con insulina.
Las personas con diabetes pueden sufrir varias complicaciones si no mantenemos los niveles de glucosa controlados.
–Enfermedades cardiovasculares: La hipertensión, la hipercolesterolemia y la hiperglucemia aumentan el riesgo de que se produzcan complicaciones como angina de pecho, infarto de miocardio, derrame cerebral, enfermedad arterial periférica e insuficiencia cardíaca. De hecho, dos de cada tres personas con diabetes mueren por infarto o derrame cerebral.
-Enfermedad renal: El riñón es otro de los órganos que se ve afectado por la diabetes. Ya que el deterioro progresivo de los pequeños vasos sanguíneos puede hacer que los riñones sean menos eficientes o que lleguen a fallar por completo.
-Enfermedades oculares: Las personas con diabetes presentan un riesgo más alto de padecer ceguera que las personas sanas. Sin embargo, la mayoría no llega a tener complicaciones serias en los ojos. Las enfermedades oculares que se asocian a la diabetes son las siguentes:
- El glaucoma. (Aumento de la presión dentro del ojo).
- Las cataratas. (Tienden a afectar a las personas con diabetes de menor edad y a avanzar más rápido).
- La retinopatía diabética. Un término general para todos los trastornos de la retina causados por la diabetes. Se producen porque los niveles permanentemente altos de glucemia, unidos a la hipertensión, aumentan el riesgo de que la red de vasos sanguíneos que riega la retina se bloquee.
-Lesiones nerviosas: La diabetes puede dañar los nervios de todo el organismo (neuropatía). Lo que puede desembocar en problemas de digestión, continencia urinaria e impotencia. Aunque las áreas afectadas con más frecuencia son las extremidades, especialmente, los pies, lo que se denomina neuropatía periférica. Ésta puede generar dolor, hormigueo y pérdida de sensibilidad. La cual hace que las lesiones pasen desapercibidas y provoca graves infecciones y úlceras, pie diabético y amputaciones. Aproximadamente, la mitad de las personas con diabetes tienen algún tipo de daño neurológico. Si bien es más común en quienes han padecido esta enfermedad durante varios años.
-Problemas de piel: Hasta el 33% de las personas diabéticas padece en algún momento de su vida una afección común de la piel. Como infecciones por bacterias u hongos, y picazón, causada o afectada por la diabetes. De hecho, a veces tales problemas son el primer indicio de que la persona tiene diabetes. Así mismo, existen problemas de piel que son propios de personas con diabetes: dermopatía diabética, necrobiosis lipoídica diabética, ampollas diabéticas y xantomatosis eruptiva.
En la diabetes tipo II es muy importante la prevención primaria. Debido a que ciertos hábitos de vida pueden provocar o acelerar su aparición. Aun así, la prevención secundaria de personas con diabetes también es sumamente importante para prevenir la aparición de complicaciones arriba mencionadas.
La prevención primaria de la diabetes implica el control de los factores de riesgo modificables. Como son la obesidad, la falta de práctica regular de actividad física (sedentarismo) y un plan de alimentación no saludable. Por sus características, la prevención de la diabetes es una condición ideal para realizar cambios en el estilo de vida. Estos deben ser ajustados a las necesidades de cada paciente. Así, la estrategia preventiva estará basada en fomentar un estilo de vida sano, si es posible desde el ámbito escolar y familiar.
Por su parte, la prevención secundaria consiste en procurar un diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad con objeto de retardar su progresión. En esta fase, lo recomendado es la realización de test de determinación de azúcar en las poblaciones de riesgo. Y después la posterior confirmación diagnóstica.
Así mismo, la gran mayoría de los casos de diabetes tipo 2 son evitables. Dada su estrecha relación con la obesidad. Para prevenir este tipo de dolencia, bastaría con adoptar un estilo de vida sano. Al que las personas que ya han desarrollado esta patología deben sumar una serie de precauciones extra.




